¿Cómo comprar un teléfono usado con seguridad?
Al elegir dispositivos de segunda mano, puedes conseguir una gran tecnología por menos dinero. ¿Es seguro comprar un teléfono usado? ¿Se pueden personalizar los smartphones táctiles de segunda mano según tus necesidades? Para no dudar de tu elección, no debes olvidarte del control de calidad de los equipos antes de comprarlos. Este artículo contiene los consejos más importantes y útiles sobre cómo comprobar un teléfono usado antes de comprarlo, que responderán perfectamente a la pregunta increíblemente relevante de cómo comprar con seguridad un móvil usado.
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¿Es seguro comprar un teléfono usado? En realidad sí, pero para estar seguro en cualquier compra, debes asegurarte de que el vendedor del producto es confiable. Si utiliza sitios como eBay, Amazon Renewed y Swappa, compruebe siempre las reseñas y valoraciones del vendedor. Una puntuación alta en las reseñas es un buen indicador, pero ten cuidado con las reseñas mayoritariamente negativas o, viceversa, impecables sobre el producto o el envío. Si tienes la más mínima duda, es mejor que busques otro vendedor.
Presta atención al diseño de un anuncio. Debe contener una descripción detallada y fotos de calidad y mostrar claramente los defectos físicos o técnicos (si los hay). Si no puedes entender si el aparato que vas a comprar vale lo que cuesta, es mejor que optes por otro artículo.
La comunicación con el vendedor es otro aspecto crucial. Ponte en contacto con el vendedor. Hazle preguntas sobre los detalles del producto o el envío. Evalúe la rapidez con la que responde y si sus respuestas son completas o no aportan nada. La información del perfil del vendedor también es esencial para ver cuánto tiempo lleva en este sitio y cuántas operaciones ha cerrado ya.
Prestar atención a estos y otros detalles no garantiza al 100% una compra satisfactoria, pero aumenta las posibilidades de que el trato sea un éxito.
Compruebe si hay daños físicos
En primer lugar, comprueba la carcasa: cualquier arañazo, grieta o desconchón podría indicarte que, como mínimo, se ha caído y/o no ha recibido los cuidados necesarios. Presta especial atención a la pantalla: incluso pequeñas grietas o suciedad pueden influir en la eficacia de un sensor. Inspecciona los botones: no deben lagear ni tartamudear al pulsarlos. Los conectores de carga y auriculares no deben estar dañados ni corroídos. Asegúrate de comprobar si la carga funciona bien antes de comprarlo. Comprueba que las lentes de la cámara no estén rayadas, ya que esto puede afectar a la calidad de las fotos. Cualquier daño físico puede sugerir que hay otros problemas subyacentes, así que ten cuidado.
Comprueba la pantalla y la pantalla táctil
Los píxeles de la pantalla se pueden examinar con la ayuda de vídeos especializados de YouTube para identificar si hay algún problema. Si compras un teléfono de segunda mano, pide al vendedor que te conceda unos minutos para revisar el dispositivo a fondo. Golpea dos veces el dispositivo para despertarlo y, mientras cambias de color, comprueba de cerca cada esquina de la pantalla en busca de defectos.
Si el sensor funciona correctamente, deslice el dedo por toda la superficie de la pantalla y compruebe cómo reacciona, es decir, la velocidad de reacción a los gestos y la facilidad de reacción en sí. Los toques deben ejecutarse sin demora. Puedes abrir distintas aplicaciones y acercar y alejar el zoom para probar la compatibilidad multitáctil. Además, el brillo automático y la retroiluminación deben probarse en distintas condiciones para garantizar que la pantalla funciona bien o, viceversa, para detectar posibles problemas.
Compruebe el estado de la batería
Si es posible, pida al vendedor que abra el teléfono y vea su batería extraíble. Recuerde que la hinchazón puede ser señal de problemas y peligro.
En segundo lugar, comprueba el estado de la batería. En los dispositivos Android, puedes hacerlo con aplicaciones como AccuBattery, que muestra la capacidad restante y los ciclos de carga. En un iPhone deberías poder encontrar información sobre el estado de la batería abriendo Ajustes > Batería > Estado de la batería. A menudo, una batería que necesita ser reemplazada tiene una capacidad máxima por debajo del 80%. Durante la prueba del teléfono, puedes cargarlo ejecutando juegos o abriendo varias aplicaciones y vídeos para comprobar lo bien que aguanta la batería. Además, enchufa el cargador para asegurarte de que el teléfono se carga de forma constante.
Comprueba si hay daños por agua
En primer lugar, realiza una inspección externa: puertos de carga, auriculares y altavoces. Si ves corrosión en las partes metálicas, óxido o decoloración de las partes metálicas, significa que el teléfono ha estado en contacto con agua. En el caso de los iPhones, los indicadores de contacto con líquidos (LCI) son estándar en casi todos los modelos. Se vuelven de color cuando entran en contacto con algún líquido. Como es habitual, puedes encontrar los LCI cerca de la ranura de la tarjeta SIM o del puerto de carga. Si el indicador se muestra en rojo, significa que el teléfono se ha mojado. Los indicadores de otros dispositivos pueden ser botones, que no responden al pulsarlos o reaccionan con retraso, o puertos, en particular el de carga. Observa cómo funciona el dispositivo en general: si se detectan problemas con la pantalla, el micrófono, los altavoces o la carga, es posible que se hayan producido daños por agua. Para una inspección más exhaustiva, utilice linternas en las zonas de difícil acceso.
Pruebe todas las características funcionales
Al comprar un teléfono usado, debe comprobar todas sus funciones correctamente antes de proceder al pago. A continuación se enumeran los principales factores en los que debe fijarse:
- Pantalla y sensor. Arañazos, grietas o píxeles muertos en la pantalla. Asegúrate de que el sensor funciona moviendo el dedo por toda la pantalla, abriendo y cerrando aplicaciones para ver si detecta tus acciones.
- Cámaras. Haz fotos y vídeos de prueba con la cámara frontal y trasera. Evalúa la calidad de imagen y la tasa de rendimiento del autoenfoque.
- Altavoces y micrófono. Pide a alguien que te llame y comprueba el audio de los altavoces y el micrófono. Prueba los altavoces reproduciendo música o vídeo.
- Conectores y carga. Confirma la carga y la toma de auriculares. Enchufa el cargador del teléfono para asegurarte de que recibe alimentación.
- Módulos de red. Coloca una tarjeta SIM para verificar que la red móvil funciona y prueba Wi-Fi, Bluetooth y GPS.
- Botones y sensores. Prueba los botones físicos y los sensores, como los de subir/bajar volumen, encendido y bloqueo, y el sensor de luz/capacidad/proximidad, para ver si responden adecuadamente.
Investigarlo todo te ayudará a evitar sorpresas inesperadas y desagradables después de la compra.
Comprueba si hay bloqueo de SIM o de operador
Antes de comprar un teléfono usado, asegúrate de comprobar si el dispositivo está bloqueado a un operador específico. Obviamente, si este es el caso, no será bueno para usted, especialmente si desea utilizar el dispositivo fuera del país o si hay algunos transportistas alrededor cuyos servicios le resulten más atractivos. Además, es aconsejable comprobar si al teléfono le queda una garantía, ya que eso puede proporcionar una mayor seguridad si surgen fallos de funcionamiento o problemas después de la venta.
La forma más sencilla y probada de comprobar si el dispositivo está bloqueado es utilizar tarjetas SIM de otros operadores. Si el teléfono funciona bien y se conecta a la red, no hay bloqueo. Sin embargo, si en la pantalla aparece algo como «Tarjeta SIM no válida» o «SIM bloqueada», el teléfono está conectado a la red de un operador.
También puedes utilizar los servicios de verificación del código IMEI. Busca el número IMEI (identidad internacional de equipo móvil) del teléfono y utiliza sitios especiales que te indicarán el estado de bloqueo de la SIM e información sobre la garantía. Consulte nuestro sitio para ver artículos útiles sobre cómo encontrar un número IMEI.
Por lo tanto, saber cómo comprobar el bloqueo del operador es esencial si desea utilizar el dispositivo libremente.
Comprueba el IMEI y el número de serie del teléfono
Los números IMEI y de serie te ayudan a hacerte una idea de tu dispositivo, especialmente cuando compras un teléfono de segunda mano. El IMEI es como el número de la seguridad social de los teléfonos, y el número de serie identifica el dispositivo para que los fabricantes puedan confirmar su origen y fecha de fabricación. Comprobando el IMEI, puedes averiguar si el teléfono ha sido denunciado como robado o si está en la lista negra de un operador. Para ello, puedes utilizar sitios web especiales como IMEIcheck.
El número de serie puede indicar información sobre el estado de la garantía y confirmar que el teléfono es auténtico. Normalmente, se puede acceder al IMEI y al número de serie en los ajustes del teléfono, debajo de la batería o en la parte posterior del embalaje.
Comprobar estos números puede ser una buena forma de protegerse de estafas y fraudes.
Asegúrate de que el teléfono no está bloqueado por iCloud o Google
Cuando pretendes comprar un teléfono de segunda mano, puedes encontrarte con casos en los que quede bloqueado por una cuenta de iCloud o Google. Normalmente, este tipo de bloqueo indica que el teléfono sigue vinculado a la cuenta de su anterior propietario, y el nuevo usuario no puede iniciar sesión sin esos datos. La buena noticia es que este problema también tiene remedio. Puedes pedir al vendedor que elimine todas las cuentas del teléfono. Si al intentar activar el teléfono te piden los datos del propietario anterior, el iPhone está bloqueado por el propietario anterior.
En el caso de los dispositivos Android, tienes que comprobar que FRP (Factory Reset Protection) está desactivado. Solicita al vendedor que restablezca la configuración del fabricante y comprueba si el teléfono sigue solicitando la información de la cuenta de Google. Es el principal indicio de que este dispositivo no tiene un bloqueo de cuenta de Google. Si el vendedor no tiene respuesta o se niega a hacer alguna o todas las cosas anteriores, es una clara señal de que algunas cosas pueden estar mal con el dispositivo.
Comprueba el rendimiento del software
Comprueba si el smartphone que quieres comprar funciona con normalidad, sin lags ni fallos de programa. Ejecuta muchas aplicaciones simultáneamente y evalúa cómo se comporta el sistema. Puede haber problemas de rendimiento si el teléfono deja de responder o las aplicaciones empiezan a cerrarse solas. Asegúrate de que tu teléfono también ejecuta el software más reciente. Comprueba los ajustes y, si hay actualizaciones de algunas aplicaciones, instálalas.
Nota al margen: comprueba la memoria del teléfono. Mira cuánto espacio libre hay disponible en el gadget. El sistema no funcionará correctamente si el teléfono se queda sin memoria. El espacio libre evitará lags y mejorará el rendimiento de tu dispositivo.
Pregunta por los accesorios y la garantía
Cuando compres un teléfono usado, te recomendamos que busques un vendedor que pueda ofrecerte la caja original, el cargador y otros accesorios necesarios. Esto le ayudará a asegurarse de que el dispositivo no ha sido dañado ni manipulado, y de que cuenta con todas las piezas necesarias para su correcto funcionamiento.
Asegúrate de preguntar al vendedor el saldo de la garantía de fábrica o las políticas de servicio ampliado. Si se encuentra en una situación en la que el aparato requiere reparación o sustitución debido a un defecto del fabricante, puede obtener asistencia con una garantía válida. De hecho, un plan de servicio ampliado puede ser un salvavidas cuando algo va mal con su dispositivo, ya que le proporciona ayuda adicional cuando más la necesita.
Negocia el precio en función del estado del dispositivo
Si te gusta algún modelo de teléfono pero ves algún defecto por el que el precio debería ser más bajo, negocia con el vendedor antes de comprarlo. Revisa bien el teléfono antes de empezar a negociar. Examina la carcasa en busca de arañazos, abolladuras o grietas. Comprueba también la calidad de la pantalla: no debe haber marcas de quemaduras, manchas ni píxeles muertos en la pantalla del teléfono. Esto también puede influir en el coste total de tu dispositivo.
Los daños menores o el desgaste son la base para argumentar una rebaja del precio. Una carcasa rayada o una batería usada pueden ser motivos para pedir un descuento. No olvides tocar y manejar la cámara, los altavoces, los botones y la pantalla táctil. Además, puede haber problemas de funcionalidad, productividad o batería. Todas estas cuestiones permiten considerar un precio más bajo o planes gratuitos a corto plazo.
Pregunta por el historial de uso del teléfono. Descubre cuánto tiempo lleva en uso, si ha habido reparaciones y si se han sustituido las piezas originales. Esto también podría cambiar el precio del aparato, sobre todo si contiene piezas no originales. La ausencia de caja, cargador o accesorios originales también puede ser otra razón para bajar el precio.
Durante las negociaciones, sé siempre educado y recuerda que tienes todas las cartas. Enumera todas y cada una de las imperfecciones y menciona estos detalles como razones válidas para rebajar el coste.
Conclusión
Los teléfonos usados te ahorran dinero, pero debes investigar cada detalle antes de comprarlo y saber cómo comprar un teléfono inteligente usado de forma segura. Examinando un teléfono usado antes de comprarlo, puedes estar seguro de evitar muchos problemas durante el periodo de uso del dispositivo.